Homilía – Monseñor Han Lim Moon
Domingo 22°, ciclo B – 2018 (San Marcos 7, 1-8.14-15.21-23)
¿Comprendes a un hipócrita? ¡Del mismo corazón sale tanto la maldad como la bondad!
¿Alguna vez conociste algún hipócrita, entre tus compañeros de trabajo o entre tus conocidos?
Se trata de una persona que muestra una cara, pero, en realidad, es otra. La hipocresía significa originalmente “la máscara” que se usaba en el teatro para representar un personaje diferente. Acá comúnmente le llamamos “careta”. Para saber si uno es hipócrita o no, se necesita bastante tiempo y mucha observación atenta de sus comportamientos y de sus palabras porque se disimula bastante bien.
Métodos de un hipócrita y origen de su comportamiento
Normalmente, un hipócrita usa muy hábil y astutamente dos métodos simultáneos como “lobo con piel de oveja”:1) Simulación, fingimiento, disfraces. Por ejemplo, te puede parecer muy amable, bondadoso, generoso, con una sonrisa, con cara alegre, inclusive te dice que es muy “sincero”. 2) Disimulo y ocultamiento. Oculta informaciones claves y, por supuesto, sus intenciones de corazón.